viernes, 11 de abril de 2014

La Izquierda Invertida

Como viene repitiendo insistentemente la Presidenta de la República, no hay modelos económicos en sí mismos, sino que son expresión de un proyecto político que, como tal, además de considerar de las circunstancias técnicas de su accionar, como acción política en sí debe tener entre otras cosas una precisa evaluación de la correlación de fuerzas necesaria en cada momento para su implementación, consolidación y avance.

Este proyecto político al que todos conocemos o nombramos como Proyecto Nacional y Popular, es desde lo político, de  izquierda, por caracterizarlo de algún modo. 
  
¿Por qué?

Se lo puede caracterizar así, por composición de quienes lo sostienen; un gran y amplio conjunto de la sociedad que representa a una parte indiscutiblemente mayoritaria de la  argentina de hoy; por la militancia cotidiana, no solo partidaria, sino también social, empresarial, académica, científica; miles y miles de personas que día a día aportan buena parte de su tiempo y de su saber a la construcción de una sociedad mas justa y equitativa, en muchísimas áreas.

Se lo puede caracterizar así también, por la acciones de gobierno, inclusivas, distributivas, ampliando derechos, y si es necesario (sobre todo porque es necesario) quitando privilegios, algunos quizás no todos, pero esto es política, ni infantilismos, ni magia; sólo política.

Se lo puede caracterizar así, por realidad. Por esa realidad cotidiana que construyen mayorías en los distintos espacios donde la democracia se edifica día a día a base de participación, compromiso y responsabilidad de miles y miles de ciudadanos.

Desde lo ideológico, podemos decir que este proyecto tiene matices; porque es hoy por hoy una construcción que se está llevando a cabo; con las tensiones propias de una construcción colectiva donde las partes, no piensan, ni sienten ni actúan de la misma forma; afortunadamente; pero coinciden en esta coyuntura en que la unidad y la organización (inclusive en el disenso) es la única forma de construcción de las mayorías para las mayorías; ya que la diversidad y su aceptación, es condición necesaria para la construcción colectiva de mayorías. 

Desde lo ideologizante; es decir desde el tinte ideológico que desde afuera del espacio, se le quiere colocar a este proceso histórico, podemos percibir como mínimo dos grandes miradas. 

La primer mirada es la que hace y busca instalar la derecha que, con intereses encontrados desde lo económico y lo ideológico, y, con objetivos inconfesables para ser explicitados con la esperanza que las mayorías los acompañen, no encuentra hoy argumentos mas allá de la descalificación lisa y llana de cualquier hecho político que provenga tanto del gobierno, como de la sociedad movilizada; tanto mas si proviene de los dos espacios a la vez. 

Con esta falta de propuestas (confesables) y de intérpretes confiables a la sociedad; así como ayer apelaron a crear las condiciones necesarias e instigaron, apoyaron y participaron de los golpes de estado a gobiernos democráticos y luego participaron también de los gobiernos de facto que sobre esos golpes se encaramaron en la conducción del estado; sin otro objetivo que el de preservar o incluso aumentar los privilegios minoritarios que tienen; hoy, y no porque no quieran, sino porque no hay espacio para eso, se valen de todo el andamiaje institucional que durante dos siglos construyeron en el estado liberal, para valerse de las instituciones coptadas, en su intento por resistir a la democratización de la República.

La segunda mirada es la de la autodenominada "izquierda".

Porque si la izquierda desde un punto de vista de composición, de beneficiarios, de acciones, en el análisis de la realidad, somos éstas mayorías que hoy construimos poder; los que no están en este espacio son como dijimos, o la derecha o..... una "izquierda" que se autodenomina así, porque tampoco puede, sabe o quiere encontrar su espacio dentro de la construcción de mayorías. 

Si esta "izquierda" no puede cumplir con su "rol histórico", se está negando asimisma, y se transforma en una Izquierda Invertida; es decir no puede cumplir con su cometido político y se opone a la concreción del mismo, ya que no es "ella" quien lo "conduce o hegemoniza"

La "inversión" en este caso estaría porque, se muestra simétricamente opuesta a la derecha que dice combatir política e ideológicamente, pero no es mas que una imagen opuesta de ésta.

¡Sólo una imagen opuesta!

En política, mas allá de las definiciones teóricas, cuentan los hechos concretos, los que transforman la realidad; donde mas allá de toda teorización lo central es analizar, si a cada paso, con cada transformación, las mayorías avanzan o retroceden en su camino por lograr mayor equidad e igualdad.

Una teorización sobre el atraso que puede significar una reforma que mejore la cotidianeidad de miles y miles de ciudadanos con muchísimas necesidades; es colocar a esos ciudadanos en el lugar de objeto político y no reconocerlos como sujetos políticos que participan y construyen la realidad que permite esas transformaciones.

En última instancia, con métodos y teorías diferentes, la derecha neoliberal y la izquierda invertida, identifican un mismo enemigo político, las grandes mayorías de la sociedad.
  
Paradoja de la vida política argentina, imágenes simétricamente opuestas, persiguen el mismo objetivo. 

Cabe señalar, que en esta concepción de izquierda invertida, nos referimos a los dirigentes que, pareciera ser es la única forma de "brillar" que encuentran; ya que la militancia de base como toda militancia de base, tiene otros objetivos y otras realidades, de allí también se están desprendiendo día a día, cantidad de compañeros que comprenden que la única expresión de izquierda genuina, es la que está del lado de las mayorías, transitando con ellas el momento histórico al que han sido capaces de arribar.

Ayer, en el “paro” contra el avance democrático de las mayorías, la ampliación de derechos y beneficiarios de las políticas de estado, y la plena vigencia de los Derechos Humanos, había un gran Organizador: la derecha neoliberal, el otro organizador,  es solo un reflejo invertido de ésta.


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